Transporte de carga, el acuerdo que ya fue posible durante el paro

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Transporte de carga, el acuerdo que ya fue posible durante el paro

Ángela María Orozco, ministra del Transporte,explica proceso de negociación con diferentes grupos.

Mientras el Comité Nacional de Paro lleva semanas reuniéndose con representantes del Gobierno para acordar condiciones que permitan comenzar una negociación, el mismo Gobierno, a través del Ministerio de Transporte, logró un acuerdo con transportadores de carga que habían hecho su propia protesta con bloqueos de carreteras. La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, cuenta cómo fueron estas negociaciones, que contrastan con las del Comité de Paro.

¿Con qué reclamos comenzó la protesta?
Uno de los temas fundamentales era ampliar el plazo de la Resolución 2498 que adoptó el gobierno anterior, que permite que los vehículos livianos en sus 7 categorías puedan llevar hasta el 50 por ciento más del peso de su ficha técnica. En este caso, las últimas dos categorías compiten con los vehículos pesados porque ya pueden llevar lo que lleva un vehículo pesado. Y la diferencia en el sector es que los pesados pagan una póliza que hoy es del 15 por ciento del valor del vehículo para poder entrar al mercado del servicio público, mientras que los vehículos medianos no tienen póliza. Aquí puede haber algún conflicto de competencia entre dos sectores.

¿Y qué otros temas planteaban?
Pedían bajar la gasolina 2.000 pesos, eliminar todos los peajes de las concesiones de cuarta generación que se instalaron durante la pandemia y congelar a futuro. No solo no aumentarlos, sino no volver a poner un nuevo peaje en la vía. O sea, violar los contratos de cuarta generación.

Me pedían, como si yo fuera el Congreso, cambiar el régimen de transporte, el Código de Tránsito y sacarles un régimen laboral especial para conductores. Yo no puedo comprometer las leyes. Puedo trabajar de manera armónica con el Congreso, pero, además, cuando dicen que necesitan una norma especial para ellos, pues siempre va a afectar a otros sectores. Porque después de un gran debate en el Congreso, saldrá un balance donde no todo el mundo quede contento, pero que no es a favor ni en contra de uno.

¿Y el tema de vieja data de que entre un camión nuevo solo si sale uno viejo?
Me pedían volver al uno a uno, no solo en camiones pesados, sino en carga liviana. En buses. Claramente, yo tengo que sacar un programa de modernización con incentivos para vehículos livianos, tal como lo sacamos para vehículos pesados. Eso significó tres leyes, un decreto, una resolución. Me tocó ir a Estados Unidos a pedir que me ampliaran el plazo, porque el uno a uno era un compromiso que quedó en el TLC y la consecuencia de no eliminarlo era retirar las preferencias arancelarias de las exportaciones de Colombia.

Entonces, yo no me puedo comprometer a denunciar un tratado internacional que además afecta a todos los exportadores. Les planteé que se podría hacer un planteamiento en el Congreso donde todo el mundo opinara, porque si los exportadores se quedan sin exportaciones a Estados Unidos, es una consecuencia muy grande para la economía.

¿Cómo fue el diálogo?
La escucha en la región es muy importante. Fueron 44 mesas de trabajo, 4 nacionales y 40 regionales. De estas, 22 presenciales y 18 por teams. Con gobernaciones y alcaldías. Íbamos a las regiones a escuchar, porque yo no puedo negociar una norma por cada departamento. Una norma que aplica para los camiones, aplica a todos los camiones del país.

El ejercicio fue muy valioso, primero para darnos cuenta de que en las regiones hay muchos transportadores pequeños, independientes, que no están en ningún gremio, que no tienen acceso a la información. Cuando publicamos la resolución para comentarios, la mesa técnica la hicimos con Facebook Live y tuvo 20.000 personas que se conectaron. Y, además, interactuaron mediante chat 1.200 personas.

 

¿Qué efecto tiene el cambio de la resolución en la protesta?
Cuando se publicó la resolución y además nos fuimos a la región a contar que la estábamos publicando, para extender el plazo y eliminar esa distinción entre los de antes y después de 2013, bajamos los vehículos que estaban en protesta. En la primera semana hablamos de 900, el día que más hubo, 1.300. Pero a la siguiente semana, bajamos a 250 en promedio, y realmente bloqueos de transporte había 7 u 8. Y la mayoría, salvo el de Versalles, eran bloqueos de a cinco o de a dos camiones.

Solamente en Versalles fue un bloqueo de 50 camiones, fue el único donde el gobernador del Quindío decidió que él quería seguir negociando, y ya después de explicarle mucho de qué parte de lo que pedían yo no lo podía asumir, él decidió por su cuenta, y levantó los 50 vehículos. Los demás, realmente ya entraron las grúas y se los llevaron.

Además de la resolución, ¿Qué otros compromisos hay?
Construir un Sistema de Información de Costos Eficientes de Transporte de Carga (Sice-Tac) para vehículos livianos. Otros temas que habíamos trabajado, pero que no estaban priorizados, como un programa de certificación de experiencia, de competencias laborales, para conductores, con el Sena. Ya está y ya tenemos 4.500 cupos a partir del 14 de junio.

Abrimos un cupo y una ventanilla de Mi Casa Ya para transportadores y, por otro lado, nos comprometimos a gestionar, con cargo al presupuesto del año próximo, ampliar nuestro convenio con el Fondo Nacional del Ahorro, que permite compensar la tasa de interés para aquellos que ahorren con el Fondo, y puedan sacar su crédito para vivienda con una tasa de interés 3 puntos por debajo de la tasa de interés general del Fondo.

¿Y en peajes?
Lo que yo asumí en ese documento no es nada distinto a lo que hay hoy. Reiteramos que los proyectos de cuarta generación hay que honrarlos; que tenemos que socializar los nuevos peajes, como siempre lo hacemos. Eventualmente, en casos puntuales, abrir mesas con la ANI y los concesionarios para revisar esquema de tarifas preferenciales. Esos forman parte de la matriz de riesgos del contrato y hoy el 83 por ciento de las concesiones tienen esquemas de tarifas preferenciales. ¿Para quién? Para las comunidades que viven al lado de los peajes.

Además, de aquí al 2023, falta instalar 18 nuevos peajes, y declaro que se van a instalar. Yo estoy honrando los contratos actuales. Frente a la estructuración de los proyectos de quinta generación, los vamos a hacer, salvo en el caso de Alo Sur, con los peajes existentes.

¿Qué aprendizaje queda de este proceso?
La principal lección es que hemos trabajado de manera incluyente. Eso permitió que una gran parte del sector no estuviera en paro.

Y aunque no protestaban, participaron en las reuniones, aportaron ideas y estuvieron de acuerdo, cuando han podido oponerse porque ellos pagan pólizas, y los livianos que les compiten no pagan, y, no obstante, ayudar. Entonces, el mayor aprendizaje para nosotros es trabajar de manera incluyente con ellos, así no todo el mundo quede contento.

 

Fuente: www.eltiempo.com