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Origen de los lubricantes

La grasa se utiliza como lubricante desde hace muchos siglos. Los usos más antiguos remontan a 4 000 años antes de nuestra era. En aquella época los egipcios recurrían a la grasa para resolver los problemas de fricción en sus carruajes. Las primeras grasas estaban elaboradas con materiales que contenían cal mezclada con grasas animales y algunas veces con aceites vegetales.

Este tipo de sustancia fue utilizada hasta el siglo XIX, cuando las primeras grasas a base de aceites minerales fueron desarrolladas y utilizadas como eficaces lubricantes en las vagonetas de las minas y en las máquinas industriales que en aquel entonces funcionaban con bastante lentitud. Esa grasa sólida, llamada ‘briqueta’, fue utilizada de forma intensa hasta mediados del siglo XX.

 

En la actualidad aún continúa siendo empleada para varias cosas en algunas partes del mundo. Durante todo el siglo XX, con el desarrollo de los motores de vapor, de los vehículos motorizados y de las máquinas industriales y agrícolas, hubo una creciente necesidad de grasas más eficientes. De esta manera surgieron las producidas a base de jabones metálicos de sodio, de aluminio y de bario, entre otros elementos.

Había una gama muy variada de grasas ya que cada producto era creado en función de un uso específico: para chasís, para cojinetes, para mandos de dirección, para piñones, para vagonetas, convoyes, carros, etc. Hacia 1950 se introdujo una grasa de ‘multiuso’, hecha a base de litio. La aparición de este producto produjo cierto escepticismo, pero algunos años más tarde se transformó en la grasa más utilizada para los vehículos a motor y las máquinas industriales.

Todavía hoy la grasa de litio es la más utilizada en el mundo industrial. Los lubricantes que actualmente se emplean son en su gran mayoría de origen mineral y se extraen del petróleo crudo. Antes de conocerse el petróleo se empleaban aceites de origen animal (de ballena, cerdo, vacuno, ovino, etc.) Y de origen vegetal (de oliva, maravilla, colza, ricino, etc.)

El poder lubricante de los aceites animales y vegetales es mayor que el de los aceites minerales, pero tienen el grave inconveniente de su poca estabilidad, se oxidan y se descomponen con facilidad produciendo sustancias ácidas que atacan las superficies metálicas. Por este motivo en la lubricación se emplean, de preferencia, los aceites minerales. En el proceso de refinación del petróleo crudo se obtienen a diferentes temperaturas los siguientes compuestos: gasolina, diésel, queroseno, residuos, aceites, etc. Para la destilación fraccionada se usa un alambique, el aceite que se obtenga será más o menos liviano de acuerdo con la temperatura que se alcance en el alambique. Posteriormente, el aceite se somete a un tratamiento ácido para eliminar las impurezas, enseguida se filtra y se agrega cal para eliminar los restos de acidez. Finalmente, se agregan diversos compuestos químicos, de acuerdo con las características y el uso que se desea dar al lubricante.


La lubricación es básica y necesaria para la operación de casi todas las maquinarias que se utilizan en el mundo. Sin lubricación, casi todas las maquinarias no funcionan, o si funcionan lo hacen por poco tiempo antes de arruinarse. La industria de lubricantes constantemente mejora y cambia sus productos a medida que los requerimientos de las maquinarias nuevas cambian y nuevos procesos químicos y de destilación son descubiertos. Un conocimiento básico de la tecnología de lubricación ayudará a elegir los mejores lubricantes para cada necesidad, en este caso para los automóviles.



Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:

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