Fletes marítimos a Colombia han bajado, pero son 230 % más costosos que promedio de 5 años

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Fletes marítimos a Colombia han bajado, pero son 230 % más costosos que promedio de 5 años

Mientras que la carga aérea representa en el mundo alrededor del 5 %, el sector marítimo mueve anualmente el 98 % de todo lo que se transporta en el comercio internacional entre los continentes.

Desde que empezó la pandemia del covid-19, y aún más con la reactivación económica en 2021, la logística global vivió momentos de traumatismo, demoras en los tiempos y falta de capacidad que repercutieron en el normal desempeño y que aún hoy se mantienen

De acuerdo con la Asociación Nacional de Comercio Exterior de Colombia (Analdex) en materia de tarifas, los fletes, que son el precio del servicio de transporte marítimo de mercancía de un puerto a otro, están 138 % más costosos que el promedio de los últimos cinco años.

En el caso de Colombia, Javier Díaz, presidente de la agremiación, anota que “se estima que los fletes marítimos hacia nuestro país han aumentado más de 230 % en las principales rutas comerciales en ese mismo periodo”.

Hay que decir, sin embargo, que se ha experimentado una leve reducción en esas tarifas, pues el precio pagado por contenedor a Colombia se ubica en julio de 2022 en US$7.000, tras haber registrado niveles de hasta US$16.000 en septiembre y octubre de 2021.

La cifra sigue siendo muy alta en comparación con los valores que se registraban antes de la pandemia y es que, previo al 2020, los costos de transporte de esos elementos rondaban entre los US$2.000 y US$2.500.

Pero el anterior no es el único problema. Sumado a los altos precios y la falta de disponibilidad de los contenedores para el trasporte de productos a nivel global, también persisten los retrasos en las entregas de mercancía.

“Los problemas de logística internacional y cierres de algunos puertos del mundo han generado demoras en la producción mundial de vehículos y en la entrega de repuestos, encareciendo los costos logísticos”, manifestó Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible de Colombia (Andemos).

De acuerdo con la Encuesta de Opinión del Sector Automotor de esta Asociación, realizada en junio, el 92 % de los empresarios destacaron que la disponibilidad de inventarios de vehículos nuevos para entregas continúa baja.

Los retrasos siguen siendo una constante y muestra de ello, como lo explica Liborio Cuellar, gerente general de la Sociedad Portuaria de Buenaventura, son las mediciones internacionales. Mientras que hasta los años 2019 y 2018 las navieras cumplían los itinerarios en un 80 % o 90 %, con un día de diferencia, hoy en día solo el 30 % de los barcos están llegando a tiempo.  

Por las dificultades presentadas en puertos de gran relevancia para el comercio internacional como lo son el de Los Angeles, en Estados Unidos, o el de Shanghái, en China, que estuvo paralizado por nuevos brotes del Covid-19, se estima que el flujo regular de comercio fue severamente impactado y que hoy incluso hay entre el 15 % y 20 % de los barcos parqueados esperando a atracar.

Congestión en puerto de Shanghái en abril de 2022. Foto: Tomada de Twitter Geopol 21. 

Estos últimos años han puesto a prueba a la industria tanto así que la disponibilidad de barcos para recuperar los niveles de actividad era insuficiente y se tuvo que acelerar la construcción de nuevos barcos desde 2020.

No obstante, hay que anotar que los primeros de estos recursos estarían disponibles en el mundo desde mediados de 2023 o incluso en 2024, por lo que se proyecta que las contingencias en el comercio permanezcan hasta ese tiempo.

Impacto en los puertos de Colombia

La situación generada con el comercio internacional ha representado grandes retos para toda la cadena logística y a pesar de que se ha estabilizado, aún hay efectos secundarios, aunque hay que decir que unos actores se han visto impactado más que otros.

“En el puerto de Cartagena no se han presentado problemas con la disponibilidad de contenedores. Sin embargo, sí es bueno aclarar que, ante las fuerzas de oferta y demanda, algunas rutas marítimas han presentado incrementos significativos en los fletes”, señaló Alfonso Salas, gerente Sociedad Portuaria de Cartagena.

La misma situación ocurre en el Puerto de Barranquilla, el cual tiene conectividad principalmente con puertos hub y con puertos en trayectos cercanos. Es decir, allí rara vez llegan buques de contenedores ni transatlánticos ni transpacíficos.

Lucas Ariza, director de la Asociación de Puertos del Atlántico (Asoportuaria) especifica que en términos generales los que sí se ha experimentado son retrasos especialmente con Estados Unidos, que es el principal socio comercial en este caso.

Las navieras, por su parte, no solo están teniendo complicaciones para cumplir sus itinerarios de entrega, sino que el avance de la pandemia y sus respectivos brotes han perjudicado su operación.

“China es la fábrica del mundo y Shanghái es el puerto más grande de allá, las repercusiones por los cierres que hubo fueron gigantescas. En el tiempo en que permanecieron los confinamientos tuvimos, por ejemplo, problemas con conseguir la mano de obra calificada”, describió Alejandro Navas, country manager de la naviera ONE.   

Para este segundo semestre hay además una preocupación generalizada con respecto a los posibles riesgos de recesión mundial, y los incrementos en la tasa de cambio que rige para Colombia, en tanto que algunos importadores tendrán que restringir o postergar sus compras.

Fuente: www.valoraanalitik.com