Bogotá, con la flota de e-buses más grande del mundo, fuera de China

En abril de 2022 se completan 1.061 e-buses como parte de nuestro sistema de transporte público. Como dicen mis colegas en Chile, esto es un hecho no menor. Menciono a Chile porque Santiago era el líder global, con una flota de 784 e-buses en su Red Metropolitana de Movilidad.

Santiago fue el pionero en la región, con un bus piloto en 2016, y luego con 200 e-buses entre 2018 y 2019 con los cuales se probaron no solo la tecnología de cero emisiones de tubo de escape, sino una novedosa colaboración entre proveedores de e-buses chinos, distribuidores de electricidad y operadores de transporte. Este piloto fue seguido por nuevos permisos de la autoridad de transporte DTPM-Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones a los operadores existentes para renovación de flota por buses eléctricos y de bajas emisiones, en el marco de demoras en la licitación general que apenas completó el año pasado. En 2019 llegaron a 386 e-buses y en 2020 a 784 e-buses (11 por ciento de la flota total). Además de las mejoras en calidad de aire general y para los usuarios y operadores, los e-buses recibieron mejor calificación que los buses convencionales, incluso los buses nuevos Euro VI. Tal vez por la novedad (incluido el cambio de imagen), pero también porque son menos ruidosos y la conducción es más suave.

Ciudad de México está también avanzando, aunque han priorizado trolebuses. Entre 2019 y 2021 entraron 193 trolebuses chinos nuevos al sistema de transporte eléctrico, y recientemente pusieron en servicio 10 articulados eléctricos en Metrobús (el BRT parecido a TransMilenio de esa ciudad). Medellín tiene 64 buses eléctricos de Metroplús, operados por el Metro de Medellín como parte de su sistema integrado.

Bogotá, por su parte, no logró incluir e-buses en el proceso de cambio de flota troncal TransMilenio, pero si los e-buses del sistema zonal que ya vemos circulando en las calles bogotanas, después de procesos licitatorios en 2019 y 2020. En 2019 entró el primer e-bus al sistema zonal, en 2021 ya operaban 138 e-buses, y en abril de 2022 1.061 e-buses, para completar la flota más grande de la región y del mundo, sin contar con China donde hay más de 500.000 e-buses, 98% de la flota global. Están pendiente de entrada 424 e-buses, incluidos 195 para el operador público de buses, cuya operación depende de la solución de barreras legales resultado del proceso de aprobación.

Todas las licitaciones de buses de aquí en adelante serán de buses eléctricos, incluyendo los buses que se requieran por los corredores alimentadores de la primera línea metro de la Av. 68 y Av. Cali (en construcción) y del futuro corredor verde de la Carrera Séptima. También de otros corredores incluidos en el POT, especialmente el de la Calle 13, para el cual se espera decisión definitiva de inversión en junio de 2022, como parte del paquete de inversiones para la ciudad-región (en conjunto con la segunda línea del metro y el Regiotram del Norte). Si las licitaciones de buses salen desiertas, se podrán incorporar otras tecnologías de bajas emisiones (GNV o Diésel Euro VI).

Sin embargo, aún ruedan en nuestras calles buses que ya deberían reemplazarse, tanto en troncal como en zonal. Hasta diciembre del año pasado todavía teníamos 165 buses troncales con más de 10 años (Euro II y III) y 422 buses zonales y de alimentación viejos. Corresponde a los operadores del SITP Fase III reemplazarlos, pero podrán hacerlo con buses convencionales. Tal vez un apoyo nacional adicional en ese reemplazo sea necesario para cubrir el diferencial en costo total de propiedad ya establecido en los contratos firmados en 2010 y el otrosí de 2019.

Por ahora, sabemos que el liderato global de Bogotá (fuera de China) se perderá en 2023 cuando entren los 991 e-buses ya contratados de Santiago. Serán un total de 1.770 e-buses y si no tenemos procesos nuevos de aquí a allá, la capital chilena volverá al primer lugar. Es una bonita competencia por mejor calidad de aire y mejor percepción de los usuarios, que tiene necesariamente que estar complementada por mejor operación: frecuencias más confiables, reorganización de servicios (más tronco-alimentación, menos rutas de extremo a extremo de la ciudad), mejor información, más seguridad, mayor control de la evasión, entre otras urgencias. Bien Bogotá, oportunidad para seguir trabajando por la mayoría de las personas, que seguimos en bus.

Fuente: www.eltiempo.com