Qué es el e-diésel, el combustible sintético basado en agua y CO2 y que es compatible con motores convencionales

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Qué es el e-diésel, el combustible sintético basado en agua y CO2 y que es compatible con motores convencionales

 

Conoce las ventajas y desventajas de este diésel sintético.

Una de las grandes preocupaciones en el mundo por el mediomabiente son las emisiones de CO2. En un porcentaje importante, los automóviles con motores convencionales son los grandes emisores de dióxido de carbono. Para ello, expertos crearon una solución: el e-diésel.

No es una novedad, ya que este combustible tiene origen de 2014, tras una alianza entre el fabricante alemán Audi y la compañía de tecnología Sunfire. Lo que más impacta del e-diésel son las materias primas con las que se crea: agua y precisamente CO2.

Al ser diésel, lógicamente es compatible con los motores convencionales, y al ser producido con materiales tan fáciles de encontrar en la naturaleza, el e-diésel se convierte en una gran alternativa al combustible común.

Como explica en un informe el sitio web de Xataka, el e-diésel es un combustible que no genera emisiones de CO2, lo que nos hace pensar que puede ser el principal combustible del mercado en los próximos años si las grandes organizaciones del mundo lo toman en cuenta para ello, especialmente para cuidar el planeta.

En qué se basa el e-diésel

El e-diésel se basa en agua y CO2 para producir un hidrocarburo. La producción de este diésel sintético es posible mediante la obtención del CO2 de la atmósfera, que en combinación con el hidrógeno del agua permite crear un gasóleo sintético mediante un proceso de electrólisis.

Entonces, para el e-diésel se necesitan tres elementos: hidrógeno, dióxido de carbono y energía eléctrica. Los primeros dos los obtenemos de la naturaleza y el tercero es producido en plantas de energías renovables, como la solar o eólica.

Para crear el e-diésel, tras obtener la materia prima, se requieren de solo tres pasos:

  1. Calentar el agua por encima de los 800ºC para separar el hidrógeno del oxígeno. Es el proceso de electrólisis, donde se separa el hidrógeno del oxígeno. El primero se queda en el reactor, mientras que el segundo se devuelve a la atmósfera.
  2. Se incorpora el CO2 a la reacción. Este se obtiene directamente del aire mediante técnicas de captura directa. El CO2 se mezcla con el hidrógeno y se hacen reaccionar a una temperatura y presión elevada para conseguir la mezcla deseada en forma líquida, conocida como e-diésel o crudo azul.
  3. El líquido creado pasa por un proceso de refinamiento equivalente al que se hace con el diésel tradicional para que se pueda emplear en los distintos automóviles.

Ventajas

El uso de elementos “neutros” para su producción es la principal ventaja del e-diésel, un combustible ecológico teóricamente.

La clave para ser respetuoso con el medio ambiente es que el e-diésel no incrementa el CO2, principal responsable del efecto invernadero. Según el reporte, el e-diésel ayuda a reducir el dióxido de carbono mediante filtros, ya que se obtiene directamente el CO2 del aire, en una proporción mayor de la que posteriormente se genera en la combustión.

Y lo mejor: esta tecnología se adapta a los motores de la actualidad, por lo que no requiere que los autos sean fabricados en versiones específicos como sí ocurre con los vehículos eléctricos.

Desventajas

Si bien el acuerdo entre Audi y Sunfire incluyó a otras compañías que construyeron una planta en Suiza, en la que hay capacidad de producir hasta 400 mil litros del carburante sintético, el uso mundial del e-diésel tiene peros.

Este “combustible del futuro” se enfrenta a desafíos, como su coste de producción. Sin cifras reveladas, todos los informes apuntan a que es superior a la extracción de petróleo.

Otro punto en contra es la eficiencia energética, un aspecto clave de cualquier combustible. Expertos creen que este e-diésel no es suficientemente eficiente como para ser viable a gran escala y a nivel comercial.

A corto plazo, es difícil ver el e-diésel en diferentes lugares del mundo, y quizás su alto precio no permita que se distribuya a gran escala. Pero sin duda es una muy buena alternativa para el medioambiente que puede ser aplicada en algunos países. Que sea su éxito que marque el camino de su globalización.

Fuente. www.fayerwayer.com