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ABC Del mundo de las llantas

Para nadie debería ser un secreto la importancia que tiene el mantener cualquier vehículo automotriz dentro de las mejores condiciones óptimas posibles. De esta necesidad, precisamente, se desprende la responsabilidad que deben de tener los propietarios de dichos automotores por realizar las revisiones pertinentes que les permitan asegurarse de que todos los componentes del vehículo estén en perfecto funcionamiento y así garantizar la seguridad de todos.

Sin embargo, el mayor inconveniente frente a estas preocupaciones radica en el desconocimiento y en la falta de asesoría de las personas frente a estos temas de mantenimiento vehicular. Precisamente, uno de los temas frente a los cuales existe una mayor cantidad de inquietudes tiene que ver con el mantenimiento de los neumáticos o llantas, un tema fundamental pues es en últimas gracias a estas que el vehículo logra desplazarse.

De todos los componentes del carro son las llantas las que quizá requieren con mayor intensidad una constante atención ya que son las que generan la tracción y, por lo tanto, juegan un papel crucial en el frenado seguro del vehículo. Además, son estas las que cargan el peso total del vehículo, absorben los impactos del camino y representan el paso final en la conversión de la energía del combustible en movimiento del vehículo.

Los neumáticos se fabrican a partir de caucho natural y/o sintético. Siendo la materia prima de este último el petróleo, mientras que el caucho natural procede del líquido lechoso (látex) de diversos árboles tropicales, como el Hevea. El caucho natural supone aproximadamente un 18% del peso de un neumático.

La industria del neumático consume el 70% del caucho natural mundial, que se procesa de diferentes maneras dependiendo de su uso. Los bloques de caucho se utilizan para la industria de los neumáticos, mientras que el látex concentrado se usa para hacer guantes, globos o condones.

Generalmente, las llantas se fabrican a través de un proceso conocido como Vulcanización. La vulcanización de llantas tiene como objetivo transformar el caucho y los polímeros vinculados en materiales más resistentes, esto mediante la incorporación de azufre y otros elementos. Gracias a estos últimos, se forman enlaces cruzados entre las diferentes cadenas de polímeros. Como resultado, se obtienen superficies menos pegajosas y prestaciones mecánicas de calidad.

Lo que hacen las vulcanizadoras es someter a elevadas temperaturas el caucho para su fundición total, un procedimiento que figura como la única solución cuando el daño es severo y fuera del área reparable. Cabe mencionar que se trata de un proceso generalmente irreversible.

Actualmente, Colombia cuenta con una red vial aproximada de 128.000 kilómetros, de los cuales 111.364 son de la red secundaria y terciaria, lo que conlleva a que las carreteras y la red vial urbana sean exigentes para los vehículos que ruedan por todo el territorio, ya sean particulares, de carga o de transporte de pasajeros, entre otros.

Ante estas condiciones geográficas tan desafiantes, los automotores necesitan llantas diseñadas para superar los distintos retos que se presentan en las vías colombianas. En este orden de ideas, se hace fundamental que los conductores aprendan a diferenciar y distinguir los tipos de llantas que existen y cuál de estos es el más apropiado para su respectivo vehículo. La sección adecuada, no solo reduce el desgaste del neumático, sino que, también, le ayuda a ahorrar combustible. Los tipos de llanta existentes actualmente son:

  • Llantas Radiales: Este tipo de llantas son las más populares y avanzadas, sus capas son en forma radial, es decir, están paralelas unas con otras en un ángulo de 90°, lo que permite tener una menor resistencia al rodamiento y mejora el rendimiento del combustible, la maniobrabilidad del vehículo y el diseño de la banda de rodamiento. Además, gracias a la construcción radial estas ofrecen mejor comportamiento bajo condiciones adversas de manejo
  • Llantas Radiales Ahorradoras de Combustible: Fueron diseñadas para ser infladas más que las radiales comunes lo que las hace más duras y reduce la resistencia al rodamiento y el consumo del combustible.
  • Llantas Radiales Para Toda Temporada: Estas llantas fueron fabricadas para comportarse bajo todas las condiciones de manejo y generalmente son ahorradoras de combustible. A su vez son consideradas como una buena inversión ya que no es necesaria cambiarlas.
  • Llantas para Invierno: Usan un diseño de dibujo especial y son fabricadas de hule blando. De modo que se mejora la tracción en nieve o sobre hielo. Sin embargo, es importante recordar cambiar las llantas para invierno cuando llega la primavera, ya que éstas incrementan el consumo de combustible.

De manera que, mantener las llantas en buen estado debe convertirse en una tarea prioritaria que se adapte y ajuste a las actividades propias de la rutina de cada conductor especialmente en estos momentos en donde la movilización en vehículo particular está jugando un papel esencial, debido a la crisis mundial de salubridad. 

Antes de entrar hablar del mantenimiento de las llantas, hay que aprender acerca de las especificaciones técnicas que estas tienen, ya que al final es esto lo que permitirá realizar las reparaciones correctas.

Lo primero a tener en cuenta es que, por lo general, las llantas de cualquier vehículo suelen tener una secuencia de letras y números en la parte lateral. Este código, puede parecer información exclusiva para los fabricantes o para los expertos, pero en realidad contiene especificaciones técnicas muy importantes para que el conductor sepa cuáles son las llantas correctas para su carro, cuánta carga puede llevar, la velocidad máxima y cuándo debe sustituirlos.

En otras palabras, dicha secuencia cumple una función similar a la de un documento de identificación, ya que en esta se registran los datos necesarios a tener en cuenta a la hora de realizar el reemplazo de la llanta, además de las recomendaciones principales el conductor debe considerar si desea evitar futuros inconvenientes. Algunas de las informaciones contenidas dentro de este código son: Las medidas, el índice de velocidad y el índice de carga de la llanta.

Así, la secuencia comienza con letras que indican el uso adecuado de cada llanta según cada tipo de vehículo. Si hay una «P», por ejemplo, se trata de una llanta para turismo o pasajeros, mientras que una «LT» indica que la llanta es exclusiva para vehículos ligeros, como los SUV y los Pick-up. La ausencia de letras, indica que se trata de una llanta de sistema métrico europeo.

El perfil, es la relación entre la altura de la sección transversal de la llanta y su anchura, representada por un porcentaje. La siguiente letra indica la estructura de la llanta, siendo la «R» la que corresponde a la radial y la «D» o «-» a la diagonal. Es esencial elegir un recambio que tenga la misma designación de tamaño y sufijos.

En cuanto a los números, estos hacen referencia al índice de carga, que corresponde al peso máximo que puede soportar una llanta cuando está correctamente inflada. Cada índice representa una carga en kilogramos. Es fundamental que se respete este indicador para garantizar el rendimiento del vehículo, ya que, de lo contrario, pierde capacidad e incluso puede provocar accidentes.

Finalmente, el último elemento de la secuencia es una letra, que representa el índice de velocidad. Las diferentes letras simbolizan las velocidades máximas de funcionamiento de una llanta, donde N es la más pequeña y significa 140 km/h e Y la más alta, 300 km/h. Estos índices sólo indican la capacidad de velocidad máxima de la llanta en línea recta cuando está correctamente inflado. Para el mejor rendimiento del vehículo, es esencial que todo el juego de llantas tenga el mismo índice de velocidad.

La banda de rodadura también contiene un dato clave para saber cuándo cambiarla, y está representado por pequeñas elevaciones de goma en los surcos de la llanta y marcado con las iniciales TWI. Cuando el desgaste alcanza esta marca, es señal de que ha llegado al máximo de desgaste y debe ser sustituida.

Retomando al tema del mantenimiento, otro aspecto indispensable a considerar está relacionado con la correcta presión de la llanta. La presión de inflado es el factor más importante para el rendimiento y durabilidad de la llanta. Un mejor aprovechamiento de la vida total depende de la calibración de la presión de inflado. Adicionalmente, cuando la presión es baja, genera deflexión excesiva de la llanta y provoca un alto desgaste, poca durabilidad, aumento en el consumo de combustible, calor, agrietamiento y en general aumento del costo por kilómetro recorrido.

Por su parte, la presión alta, trae como resultado tensiones excesivas y anormales en la carcasa, ya que la llanta se vuelve rígida por la presión y la carcasa pierde su capacidad de flexión, dejando de amortiguar los impactos, causando roturas y daños con mayor facilidad, que comprometen la seguridad de las personas.

Sin embargo, y aunque es más costoso, el nitrógeno contribuye a la prolongación de la vida útil ya que estabiliza el aire interno de la llanta, reduce el consumo de gasolina y protege los aros de la oxidación.

Otras consideraciones relacionadas con el cuidado y el mantenimiento de la presión de las llantas podrían ser:

  • Inflar las llantas con la presión recomendada siempre en frío.
  • Verifique la presión de las llantas como mínimo una vez por semana.
  • Utilice un manómetro confiable, ajustado periódicamente con un calibrador
  • patrón.
  • Utilice tapas metálicas en las válvulas.
  • En el montaje doble, la válvula de la llanta interna deberá tener una longitud
  • adecuada para que quede accesible con facilidad. Si es necesario, se
  • recomienda el uso de extensiones, el compresor debe ser drenado
  • periódicamente.
  • Use la presión en función de las cargas.

De otro lado, el tema del balanceo adecuado de las llantas también desempeña un papel protagónico en el mantenimiento. Generalmente, una vibración al conducir, dificultad para girar hacia un lado específico e inestabilidad del volante al conducir en línea recta, son algunos de los signos de alerta cuando el balanceo no es el adecuado.

Todos estos indicadores que impiden conducir de una manera segura y confortable, generan un deterioro irregular en la banda de rodamiento, acelerando el proceso de desgaste en las llantas.

Es por esto que se recomienda realizar el balanceo de las llantas cada seis meses o en su defecto cada 5.000 kilómetros, también cuando sufra un impacto en los rines, esto con el objetivo de evitar el desgaste prematuro e innecesario a la suspensión del automóvil, debido a las vibraciones causadas por las llantas desbalanceadas además de tener mayor confort al manejar.

Otro consejo es realizar una rotación regular de las llantas, debido a que esto fomenta un desgaste uniforme de todas las ruedas del vehículo, mayor duración de las mismas y por consiguiente un mejor retorno de su inversión en compra de llantas.

Es recomendable realizar esta rotación cada 10,000 kilómetros, mantener una buena profundidad de diseño en su banda de rodamiento y reemplazarlas cuando sea necesario (la medida mínima de la profundidad de diseño es de 2 mm)

Además, hay que seleccionar el diseño de las llantas de acuerdo al tipo de rin recomendado por el fabricante, teniendo siempre en mente que una medida inexacta de este elemento, causará graves daños en la estructura de la pieza además de causar inestabilidad del vehículo, consecuencia que puede terminar en una situación fatal.

No podemos culminar este artículo, sin analizar cómo las malas prácticas de conducción también afectan y reducen la vida útil de las llantas. El desgaste varía, por lo menos, en un 80% de acuerdo a la forma y la precaución que tenga el conductor. De tal manera que algunos malos hábitos en la conducción como, por ejemplo, acelerar bruscamente, las frenadas en seco, los golpes contra las aceras, pasar por los huecos de la carretera a gran velocidad, no cruzar con técnica los reductores de velocidad o policías acostados, dejar el carro estacionado con las llantas reposadas sobre un andén, sobrecargar el vehículo, entre otras, pueden producir un desgaste prematuro en los neumáticos.

En este apartado, se incluyen también los factores climáticos que se han convertido en uno de los principales obstáculos para la durabilidad de las llantas. Así, las lluvias extremas se convierten, por ejemplo, en uno de los principales retos a los que apunta la industria de llantas.

Está claro que Colombia es uno de los países con mayor diversidad topográfica en el mundo.  Gracias a esto se presentan gran variedad de posibles terrenos que de una u otra forma condicionan las características de las llantas. Siendo así que cada tipo de relieve presenta una superficie distinta a la cual los automóviles deberán adaptarse si no quieren sufrir daños irreversibles. En este orden de ideas los conductores deben determinar cuál es la llanta que más se ajusta al terreno por el que está transitando, ya que no es lo mismo utilizar, por ejemplo, unas llantas para nieve cuando se pasa por caminos destapados o trochas o viceversa.

Por tal razón, grandes empresas, líderes en el sector, como lo es el caso de Goodyear invierten grandes cantidades, por estos días, para desarrollar tecnologías que incrementen la seguridad de sus usuarios aún en los climas más exigentes.

Una de las más innovadoras es la tecnología ActiveBraking, presente en llantas EfficientGrip Performance, Eagle F1 Asymmetric 3, Eagle F1 o Asymmetric 5, la cual aumenta la superficie de contacto entre la llanta y la carretera consiguiendo una menor distancia de frenado, que se reduce en un 8% en superficies mojadas y en un 3% sobre superficies secas. A esta se suma el compuesto de la llanta Grip Booster, disponible también en llantas Eagle F1 Asymmetric 3, Eagle F1 o Asymmetric 5: ubicado en la banda de rodamiento que se adapta y maximiza el contacto con la carretera para mejores prestaciones de manejo.

De igual forma la tecnología FuelSaving, disponible en llantas EfficientGrip Performance, EfficientGrip, Assurance Fuel Max y EfficientGri SUV, incorpora un nuevo compuesto de base que reduce la disipación de energía de la llanta, logrando que su resistencia al rodamiento sea menor, mejorando la eficiencia energética y optimizando el consumo de combustible.

Así mismo, para los amantes de la aventura y rutas off-road, Goodyear ha desarrollado la avanzada tecnología TractiveGroove, presente en las Wrangler DuraTrac, que pretende mejorar la tracción en barro, ofreciendo mayor capacidad de enfrentar terrenos difíciles.

En conclusión, mantener en buen estado las llantas de cualquier vehículo, es una obligación que cualquier conductor responsable debe asumir. Esto es imprescindible ya que gracias a la revisión periódica de este componente se puede lograr prevenir y reducir la gran cantidad de siniestros viales que ocurren hoy en día, tanto para conductores o pasajeros como para los peatones.

Fernando Ferrer Machado
Periodista revista mundo diesel y pesados